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sábado, 21 de marzo de 2015

TEMA 7

                          EL NACIMIENTO DEL MUNDO MODERNO



La expansión económica de los siglos XV y XVI estuvo acompañada del surgimiento de una nueva forma de comprender el mundo: el Humanismo. Los humanistas reivindicaron la herencia de la Antigüedad grecorromana y situaron al ser humano en el centro de todas sus reflexiones.
Un renovado espíritu crítico impregno el mundo de las creencias: se difundió una religiosidad más personal y se criticó la corrupción y los abusos de la iglesia. Esto dio origen a la Reforma, un movimiento religioso que dividió Europa entre protestantes y católicos.
Los artistas se entusiasmaron por el mundo antiguo y abandonaron el estilo gótico para lanzarse a la búsqueda de unos nuevos modelos basados en el clasicismo y en la mitología grecorromana. La palabra Renacimiento fue creada precisamente para evidenciar el inicio de unos tiempos nuevos.

LA RECUPERACIÓN DEL SIGLO XV

    El crecimiento demográfico y agrícola                                                                                             


La desaparición de las grandes epidemias y el aumento de la natalidad permitieron un paulatino incremento de la población. A finales del siglo XV, Europa contaba con unos 70 millones de habitantes, cifra que suponía la recuperación de la población anterior a la epidemia de Peste Negra.
Paralelamente, las ciudades aumentaron su población. Venecia, Florencia, París, Londres, Nuremberg y otras ciudades sobrepasaron los 50.000 habitantes. El abastecimiento de esta población urbana estimulo el desarrollo agrícola y, sobre todo el comercio.
La mayor demanda hizo que muchas tierras abandonadas fueran puestas de nuevo en cultivo, a la vez que se incorporaron otras nuevas. Poco a poco, la agricultura empezó a generar excedentes que podían ser comercializados.
Sin embargo, se mantuvo la concentración de la propiedad en manos de los grupos privilegiados (nobleza y clero) y las mejoras en los sistemas de cultivo fueron escasas. En  muchos países, la servidumbre fue desapareciendo, pero continuaron vigentes los impuestos señoriales que recaían sobre el campesinado.

El desarrollo comercial

      Las necesidades de una población en aumento estimularon la actividad comercial. El comercio terrestre se revitalizo y por los caminos de Europa circulaban las sedas italianas, la lana de Castilla, los paños de los Países Bajos e Inglaterra, los metales alemanes y los vinos franceses.
Las rutas marítimas del Mediterráneo, el Báltico y el mar del Norte retomaron su actividad comercial. A través del Mediterráneo, llegaban a Europa las especias de Oriente, tan necesarias para conservar los alimentos: canela, nuez moscada, pimienta…
Esta expansión del comercio incremento la producción artesanal, el desarrollo de las manufacturas y el crecimiento de aquellas ciudades que eran puertos marítimos y fluviales importantes.

     EL HUMANISMO
                    Una Nueva Manera de Pensar
Durante el siglo XV se forjo en Italia un movimiento de renovación cultural que se extendió por Europa en la primera mitad del siglo XVI. La mentalidad medieval, que situaba a Dios en el centro del mundo, cedió paso a una nueva manera de pensar que ponía al hombre como centro del mundo. Por eso se llamó Humanismo.
Los literatos y artistas comenzaron a interesarse por los autores y las obras de los clásicos grecolatinos, originando un renacer de la cultura de la Antigüedad. Por ello, se califica de Renacimiento a la expansión cultural y artística del siglo XVI.



La Expansión del Humanismo

La difusión de la nueva manera de pensar vino impulsada por la invención de la imprenta, que facilito la impresión de los libros en grandes tiradas  y el aumento del número de lectores. Al principio, debido a su elevado coste, solo algunas ciudades importantes contaban con imprenta, pero pronto se extendió por toda Europa, y a lo largo del siglo XVI se publicaron cerca de 200.000 títulos.
Las Universidades, como las de Bolonia, Padua, Florencia, Lovaina y Alcalá de Henares, tuvieron un importante papel en la creación y transmisión de nuevos conocimientos.




LA IMPRENTA


















Hasta mediados del siglo XV, los libros eran difundidos a través de las copias que monjes y frailes escribían a mano en los monasterios.
El alemán Johannes Gutenberg fue quien revoluciono la difusión del libro al mejorar el sistema de impresión a través de la tipografía. En su taller, elaboro moldes en madera de cada una de las letras del alfabeto y posteriormente los relleno con plomo, creando los primeros tipos móviles.
Con este nuevo sistema, Gutenberg consiguió la impresión de libros de forma mecánica, más rápida y a un precio más asequible.
El primer libro completo impreso con la nueva técnica fue una biblia en dos tomos que Gutenberg imprimió en Maguncia, su ciudad natal, en el año 1455.

EL ESPÍRITU DEL RENACIMIENTO.LA ARQUITECTURA
El arte se impregno de las ideas humanistas y se impuso el Renacimiento, una nueva concepción artística que se inició en Italia en el siglo XV (Quattrocento) y alcanzo su plenitud en el siglo XVI (Cinquecento).


Una Nueva Concepción del Arte

Las nuevas ideas estéticas se difundieron por las ciudades, donde la burguesía había afianzado su poder. Al igual que los humanistas, los artistas se inspiraron en la Antigüedad, recuperaron las reglas del arte clásico, concibieron a la naturaleza y al ser humano como un todo armónico e intentaron reproducirlo ensalzando su perfección.



Los artistas quisieron plasmar en sus obras la belleza ideal. Consideraron al ser humano como la obra más perfecta de Dios y se preocuparon por el estudio de la naturaleza y de la anatomía humana. De ahí su interés por representar la figura humana y la proliferación de los retratos.
El arte se secularizo y perdió la función eminentemente religiosa que tenía en el Medievo. Aunque los contenidos religiosos subsistieron (escenas bíblicas, imágenes de santos...) los artistas se abrieron a nuevos temas profanos surgidos de la mitología grecorromana.
Asimismo, los artistas dejaron de ser artesanos anónimos como en la Edad Media, pues firmaron sus obras y empezaron a gozar de prestigio y reconocimiento social.

La Arquitectura


Los arquitectos se inspiraron en los modelos grecorromanos: columnas y pilastras con los órdenes griegos (dórico, jónico, corintio) y romanos (toscano y compuesto), así como arcos de medio punto, frontones, cornisas y cúpulas.
Las iglesias recuperaron la planta centralizada (cruz griega o circular), aunque se continuó utilizando la planta de cruz latina con tres naves. Filippo Brunelleschi y Leon Batista Alberti fueron los principales arquitectos del Quattrocento.
En el Cinquecento, los edificios alcanzaron una mayor monumentalidad y robustez. El mejor ejemplo es la que intervinieron Donato Bramante y, más tarde, Miguel Ángel, quien construyó la gran cúpula.






La Escultura
Los escultores se interesaron por representar el cuerpo humano y tomaron 
como referencia los modelos de la Antigüedad grecorromana. Por ello, aunque los temas mitológicos con especial incidencia del desnudo, el retrato de busto y el retrato ecuestre.
Entre los materiales utilizados destacan el mármol y el bronce, tanto en esculturas exentas como en relieves.
Los escultores más destacados fueron Donatello (Davis) y Lorenzo Ghiberti (Puerta del Baptisterio de Florencia).


En el siglo XVI se aprecia un predominio de las líneas curvas, reforzando el dinamismo. La figura principal fue Miguel Ángel, en cuya obra ya no se refleja la búsqueda de las proporciones y el equilibrio, sino la expresión de los sentimientos.



  

La piedad, David y Moisés son algunas de sus esculturas más destacadas.


Los Grandes  Artistas

Los pintores más destacados del Quattrocento (siglo XV) fueron Masaccio (fresco de la capilla Brancacci), Piero della Francesca (La leyenda de la Vera Cruz) y Sandro Botticelli (El nacimiento de Venus).
Entre los pintores del Cinquecento (siglo XVI) sobresalieron tres nombres:
-Leonardo da Vinci: inventor de la perspectiva aérea, que utiliza la luz y el color para mostrar la profundidad del espacio, y de la técnica del sfumato que a través de unos contornos imprecisos, ofrece una sensación de vaguedad y lejanía. Entre sus obras destacan La Gioconda y La Ultima Cena.



-Rafael gran retratista, destaco por el absoluto dominio del dibujo y por la elegancia y armonía de sus composiciones. Sobresale la Escuela de Atenas, fresco pintado para las Estancias del Vaticano.



















-Miguel Ángel: escultor y pintor, presenta un gran conocimiento de los volúmenes del cuerpo humano y de los gestos con que se expresan los sentimientos. El mejor ejemplo son los frescos de la Capilla Sixtina del Vaticano.
Paralelamente, en Venecia se desarrolló una escuela pictórica que dio mucha importancia al paisaje y a los temas anecdóticos. Giogione y Tiziano fueron sus máximos exponentes.








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